domingo, 8 de julio de 2007

El lobo libre en el gallinero libre







Publicado en la ed. impresa: Política
Viernes 6 de abril de 2001
Noticias Archivo Viernes 6 de abril de 2001 Política Nota

Apuntan a un amplio control sobre la recaudación fiscal

Caro Figueroa, cerca del nuevo Ministerio de Seguridad Social

Iniciativa de Cavallo para ampliar su radio de acción; reticencia aliancista

§ De la Rúa definirá en las próximas horas la reestructuración ministerial
§ El ministro apuesta a concentrar facultades en la nueva cartera
§ Disputan la AFIP


La decisión de crear el Ministerio de Seguridad Social está prácticamente tomada. Y las conversaciones para que su titular sea Armando Caro Figueroa, casi cerradas. En la coalición de gobierno, de todos modos, campea la intención de convencer al presidente Fernando de la Rúa de nombrar a un dirigente aliancista o, al menos, de no otorgarle tanto poder a la futura cartera. El jefe del Estado llega hoy de Italia y en las próximas horas deberá definirse sobre la propuesta del ministro de Economía, Domingo Cavallo, de concentrar en el nuevo organismo el mayor control posible sobre la recaudación, uno de los pilares en que pretende recostar su gestión. También apuntará a refirmar el principio de autoridad frente a los reparos aliancistas a la hora de designar al titular del área, por lo que no descarta atenuar la dimensión y la estructura del ministerio. El titular del Palacio de Hacienda y sus equipos técnicos vienen trabajando desde 1999 en la reformulación del sistema de recaudación fiscal y en medidas que ataquen la evasión. Algo similar está haciendo el jefe de Gabinete, Chrystian Colombo. Cuando asumió, en octubre último, encargó esa labor a un grupo de asesores, que en buena parte ha focalizado su análisis en las ineficiencias estructurales de los principales entes recaudadores: la AFIP y la Anses. Cavallo y sus especialistas de la Fundación Novum Millenium enfocaron el problema con mayor ahínco en la eficiencia del sistema de recaudación y, en el caso de la seguridad social, en los poderes jurisdiccionales de policía laboral. Por caso, como candidato a jefe de gobierno porteño había propuesto una recaudación de los aportes patronales en manos de la administración local, asistida por un entrecruzamiento informático de datos, con lo que aspiraba a reducir de inmediato la evasión en ese ítem de $ 1480 millones a $ 1000 millones anuales. Pero la discusión más ríspida sobre las eventuales facultades de la nueva cartera está puesta sobre el control de la AFIP, hoy en la órbita de Colombo, reacio a concesiones. Y el ministro de Salud, Héctor Lombardo, se opone a la creación de un megaministerio de seguridad social y no quiere ceder la supervisión de la Superintendencia de Servicios de Salud (SSS). Sin haberse cerrado el debate sobre la AFIP, de la que, a su vez, depende la Aduana, la nueva cartera manejaría la Anses y las superintendencias de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (Safjp) y de Administradoras de Riesgos de Trabajo (SART). Cartas reservadas En el cavallismo han advertido que en las negociaciones comenzaron "a pesar cuotas de poder", en referencia, fundamentalmente, a recelos del radicalismo. Si bien desde el oficialismo se alienta la posibilidad de que el diputado Eduardo Santín (UCR- Buenos Aires) o el titular de la Anses, el radical Rodolfo Campero, logren desplazar la postulación de Caro Figueroa, éste ha tenido el papel protagónico de las negociaciones internas para la proyectada cartera. Incluso, ha comenzado a sondear candidatos para que lo secunden. Hoy, por caso, se reunirá con Horacio Rodríguez Larreta (h) que, aunque niega haber recibido algún ofrecimiento, aclara que ante un pedido de esa índole deberá hablar con el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf. Rodríguez Larreta, quien ya cumplió funciones en el gobierno de De la Rúa como uno de los interventores en el PAMI, es hoy el titular del Instituto de Previsión Social de la provincia. También condujo la Anses durante la gestión de Caro Figueroa en el Ministerio de Trabajo, en épocas de Carlos Menem. El Presidente tiene como carta reservada la reincorporación del frepasista Marcos Makón al gabinete, figura conciliatoria por ser de la mayor confianza de Carlos "Chacho" Alvarez y muy valorado por Cavallo, que lo tuvo en su equipo durante la anterior gestión económica. Además, De la Rúa blande otros naipes, como la creación del controvertido Ministerio de la Transparencia y de la Agencia Social.

Por Mauricio Carini De la Redacción de La Nación

EL NUEVO GOBIERNO: OTRA VEZ MINISTRO DE ECONOMIA

Juró Cavallo, entre aplausos y los conocidos de siempreRecibió un aplauso fuerte pero medido
· Convocó a su familia, a los dirigentes más cercanos y a su propia farándula
· Hubo muchos empresarios
· Con desprolijidades, también juraron Mestre, Delich, Caro, Gallo y Bastos
Por WALTER CURIA. De la Redacción de Clarín"¿Y Elena Cruz?" se atrevió alguien, lo suficientemente anónimo para hacerlo. Domingo Cavallo convocó ayer en la Casa de Gobierno a la ecónoma Lita de Lazzari, a Hugo Moser, al doctor Lorenzo Borocotó, al cantante Donald y a un compacto grupo empresario para su jura como ministro de Economía. Nunca antes se habían recreado mejor en el Salón Blanco de la Casa Rosada algunas de las jornadas del menemismo.En una misma acción Cavallo jura, se palmea fuerte con De la Rúa, le tiende la mano al escribano general de Gobierno, que en lugar de mano le ofrece una lapicera para firmar el decreto, y vuelve como un relámpago a su lugar en la fila. Fuerte ese aplauso, Cavallo es el segundo de los cinco nuevos funcionarios del nuevo Gobierno en jurar y el que más importa.El titular del Banco Provincia y ex secretario de Hacienda durante la gestión de Cavallo en Economía, Ricardo Gutiérrez, que no para de hablar con Daniel Marx, se rompe las manos aplaudiendo. Se adivina el pronto alejamiento de Gutiérrez del entorno del gobernador Carlos Ruckauf, que ya tuvo el domingo su primera discusión telefónica a los gritos con Cavallo.Para muchos de los que asisten al Salón Blanco, la jura de Cavallo es el acto mediante el cual se da oficialmente por terminada la Alianza, con granaderos, edecán militar y locutor oficial. Cinco años después, ahí está parado Cavallo, todavía más calvo, entre Ramón Mestre y Andrés Delich. Un Cavallo heterodoxo, social, puesto a la izquierda de los talibanes del mercado, de López Murphy y del propio De la Rúa, llamado a completar su obra. Cavallo, el único fruto auténtico que ha dado la transversalidad de los partidos políticos de la Argentina.Son un poco más de las cinco, hace calor y no hay ninguna euforia en la Casa Rosada. Están los que entran en el Salón Blanco, lleno de caras desconocidas para la gran mayoría. Como en la jura de López Murphy, no están ni Alfonsín ni Chacho Alvarez; el nuevo gobierno del Presidente nace en estado de tensión, con un sector del radicalismo apartado y el Frepaso, que tanto ha pedido por la solución Cavallo, ocupando puestos sin relevancia.Impresiona un poco Mestre jurando como ministro del Interior, la mano rígida sobre la Biblia, con una ciudad afuera vallada por la Policía.De la Rúa está agotado y descubre tarde, con Cavallo ya ministro, que no había agradecido a López Murphy el haber aceptado el Ministerio, hace 17 días. Lo hace sobre la jura de Carlos Bastos en Infraestructura. López Murphy asiste como una piedra muy grande al homenaje que se le ofrece, bastante menos de lo que imaginaba que la historia le tenía deparado.A Andrés Delich, el cuarto en jurar, lo traicionan los nervios. Interrumpe al Presidente mientras éste lo impone en el Ministerio de Educación. Un grupo de amigos celebra un modesto logro personal.Jura Nicolás Gallo como secretario general de la Presidencia. Perfil bajo para el amigo presidencial que nunca se había ido, como Infraestructura, el Ministerio que ocupaba hasta octubre pasado.Del primer gabinete de De la Rúa, el gabinete de lujo, sólo permanecen Lombardo, en Salud, y Rodríguez Giavarini, en Relaciones Exteriores. No es mucho, al final de cuentas Menem había cambiado siete ministros hacia el primer año y medio de su primer mandato.Armando Caro Figueroa, ex viceministro de Trabajo de Alfonsín, ex ministro de Trabajo de Menem, ex buscador frustrado de tesoros en Salta, regresa ahora como vicejefe de Gabinete, segundo de Chrystian Colombo, cuya ansiedad se traduce en más peso. Caro sonríe con sonrisa helada.La interna que está ardiendo alrededor de De la Rúa llega como grotesco. El locutor anuncia que Bullrich queda a cargo de Desarrollo Social, una provocación para el Frepaso. La ministra de Trabajo reproduce un gesto de Isabel Perón hace 25 años, cuando señala a Lombardo con el pulgar, como haciendo dedo. Hugo Juri está en el medio de ambos, colorado de vergüenza. A todo el mundo le da vergüenza cuando De la Rúa corrige al locutor y confirma a Lombardo.Del radicalismo se descubre apenas alguno más que los protagonistas: el titular del bloque de Diputados, Horacio Pernasetti, el jefe de la SIDE, Carlos Becerra, el secretario de Seguridad, Enrique Mathov.Del Frente sólo están Darío Alessandro, Pedro del Piero, Nilda Garré y Aníbal Ibarra, el jefe de Gobierno de la Ciudad, que está entre los hombres del Gobierno, con los ministros Jaunarena y Jorge de la Rúa, que parecen ajenos. Pedro Pou, el titular del Banco Central, se ve pálido.La lista de empresarios vence incluso a la de la farándula. Eduardo Elsztain, de IRSA; Eduardo Eurnekian, de Aeropuertos 2000; Carlos Bulgheroni, de Bridas; Alberto Alvarez Gaiani, de Copal; Oscar Vicente, de Perez Companc; Aldo Roggio; Manuel Sacerdote, el único banquero, del Boston; Cristiano Ratazzi, de Fiat; Osvaldo Rial e Ignacio de Mendiguren, de la UIA, Eduardo Baglietto, de Techint.Jorge Telerman, secretario de Cultura porteño, Jorge Argüello y Augusto Rodríguez Larreta son los peronistas que se hacen ver.Ya se va Cavallo envuelto en un remolino argentino, otra vez funcionario. Y hay empresarios vestidos de Hugo Boss saltando un vallado, pateando sillas, que bajan la vista cuando son descubiertos.

Fuente: CLARÍN, 21-03-2001

www.clarin.com

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